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noviembre 23, 2024

FM SOL SALTA

Emisora de radio – Diario Digital

Terrible: En Santa Victoria Oeste un docente de matemática condenado por manosear a sus alumnas

Un docente de matemáticas fue condenado luego de que tres alumnas suyas, de un colegio secundario, denunciaran que durante el curso escolar las había sometido a tocamientos impúdicos en diversas oportunidades. Gualberto Ulises Vargas (56) fue sentenciado a tres años de prisión condicional por los delitos de abuso sexual simple agravado por ser encargado de la educación bajo la modalidad de continuado, en perjuicio de J. L. A. y M. S. L.; y por abuso sexual simple agravado por ser encargado de la educación en perjuicio de E. A. A., en concurso real.

Al momento de los hechos, las adolescentes estudiaban en un colegio secundario de Santa Victoria Oeste y el imputado era su profesor de matemáticas. Las menores les contaron a sus padres que Vargas les tocaba los pechos, nalgas y piernas cuando se acercaba a explicarles algún ejercicio. Dijeron que lo había hecho con ellas y también con otras compañeras del curso.Las alumnas recurrieron a la dirección del establecimiento para avisar lo que les estaba sucediendo y sus madres radicaron luego la denuncia.

El primer día de la audiencia, el imputado manifestó que se hacía responsable de los hechos por los cuales se lo acusaba pero aclaró que si había tocado a las alumnas lo había hecho de manera casual, sin mala intención. Adujo que se acercaba a los bancos a explicarles porque tenía problemas en las cuerdas vocales.Al día siguiente, Vargas solicitó ampliar su declaración y sostuvo que sí cometió los delitos por los cuales había llegado a juicio, admitió que los realizó intencionalmente y pidió disculpas a las víctimas por los perjuicios ocasionados.

El juez Pablo Farah, vocal de la Sala III del Tribunal de Juicio, le ordenó al imputado cumplir las siguientes reglas de conducta para conservar la modalidad de prisión en suspenso: fijar residencia y someterse al control del Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados; abstenerse de consumir sustancias estupefacientes y de abusar de las bebidas alcohólicas; mantenerse alejado de las víctimas y de sus familias; someterse a tratamiento psicológico para el control de sus impulsos, previo diagnóstico de un profesional. El juez ordenó finalmente la extracción de material genético del condenado para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.