Tres profesionales de la salud serán llevados a juicio por mala praxis
Se solicitó la elevación a juicio para dos médicas y una enfermera tras el fallecimiento de un niño de 1 año. Ocurrió en enero de 2020, cuando el niño, con un cuadro de fiebre, diarrea y vómito, fue derivado desde Rosario de Lerma hacia el hospital Papa Francisco.
Allí, las profesionales lo atendieron y fue derivado en cuadro crítico al Materno Infantil, donde falleció por shock séptico.
El fiscal penal 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Leandro Flores, requirió juicio ante el Juzgado de Garantías 4 del distrito Centro, para la enfermera Silvia del Carmen Lemos y las médicas Carla Yanina Edith Aylan y Dora Mariela Fernández como autoras del delito de homicidio culposo por mala praxis en perjuicio de un niño de 1 año de edad.
El 28 de diciembre de 2019, la madre del niño concurrió al hospital de Rosario de Lerma con su hijo con fiebre, vómito y diarrea, fue atendido, luego internado y derivado el 30 diciembre al hospital Papa Francisco, donde estaba siendo tratado.
El 2 de enero de 2020 por la noche, la enfermera acusada preparó y le suministró al niño una medicación, la cual lo descompensó y las médicas acusadas, intentaron reanimarlo. Fue derivado al Materno Infantil, donde falleció por shock séptico.
En el extenso requerimiento, donde se exponen las medidas probatorias producidas, el fiscal señala que la conducta que se le reprocha a la enfermera Silvia Lemos es el no haber prestado debida atención al medicamento que tenía que suministrar al damnificado, y producido el efecto perjudicial sobre la salud del menor y debiendo actuar en consecuencia, al momento de la reanimación del niño, las imputadas Fernández y Aylan –actuando simultáneamente, indicaron medicamentos inadecuados y no siguieron el protocolo instaurado para revertir el paro cardiorrespiratorio.
Afirma que como consecuencia del accionar negligente de las imputadas, el niño termina ingresando al Hospital Público Materno Infantil con cianosis generalizada, sin pulsos periféricos ni centrales, sin ruidos cardíacos, con midriasis fija bilateral, donde se constata asistolia y falleció por shock séptico.