Los abusos del padrastro cesaron cuando la madre tuvo que quedarse en casa por pandemia
El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, requirió ante el Juzgado de Garantías 8, la elevación a juicio de la causa en la que C.A.C., de 44 años, fue imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia preexistente continuado.
El imputado -pareja de la madre de la víctima-, aprovechó la convivencia preexistente y la guarda conferida sobre la menor para desplegar actos atentatorios contra su dignidad e integridad sexual.
La víctima, quien pudo radicar la denuncia contra su padrastro en diciembre de 2020, luego de que este fuera detenido por intentar incendiar su vivienda ubicada en la zona norte de la ciudad de Salta, relató que desde que tenía 15 años fue ultrajada por su padrastro y que los abusos ocurrían cuando su madre salía a trabajar.
Indicó que no pudo oponerse por el temor que le tenía al imputado, quien ejercía tanto violencia física como psíquica sobre ella y que los abusos terminaron en diciembre de 2019, ya que dadas las restricciones por pandemia, su madre estaba en la vivienda con habitualidad.
Los hechos descriptos fueron corroborados fundamentalmente con la declaración de la víctima y de su madre, además de las conclusiones de la pericia psicológica realizada a la joven que dio cuenta del daño psíquico sufrido sobre todo en el área sexual y avaló la verosimilitud de los sucesos narrados.
En sus fundamentos, el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, afirmó que en todos los supuestos, el imputado se valió de su superioridad física, de la diferencia de edad existente entre él y la víctima y de la situación de convivencia y guarda, para perpetrar serios acometimientos contra de la menor, vulnerando su libertad sexual en total dominio de sus actos.